Más de 200 Km recorriendo el valle.
Una de las rutas de senderismo más interesantes de la comarca es la GR180, integrada dentro de la red de Senderos Europeos de Gran Recorrido
Con una longitud total de 200 Km, desde la localidad cacereña de Madrigal de la Vera hasta Santa María del Tiétar.
Etapa 1. Madrigal de la Vega - Candeleda
El GR 180 recoge el testigo senderista del GR 111 en la localidad cacereña y verata de Madrigal de la Vera.
Cruza el puente de piedra de la garganta de Alardos, frontera natural entre Extremadura y Castilla, y se dirige a visitar el castro vetón de El Freillo (s.III a.C.) entre campos de cultivo.
Atraviesa la población de El Raso y se acomoda a los pies de las laderas meridionales que descienden del Circo de Gredos.
Los extensos jarales verdean los cerros cuando han sustituido al robledal, que aumenta su presencia a medida que avanza la etapa.
Las vistas sobre el mediodía del Bajo Tiétar y la cercana comarca de La Vera son magníficas.
La ruta salva la garganta de Chilla, uno de los principales cauces que descienden entre las cuerdas montañosas de este sector occidental de la Sierra.
Etapa 2. Candeleda - Arenas de San Pedro
Abandona Candeleda la etapa por la vereda del puerto de Candeleda o Trocha Real, vía pecuaria que acortaba el viaje y ahorraba el portazgo del Puerto del Pico para los ganados trashumantes.
La deja y se adentra en un inmenso robledal que cubre las laderas meridionales de la cuerda del Canchón y del cabezo de Cereceda.
Atraviesa por carretera la localidad de Poyales del Hoyo y hace lo propio en la urbanización El Palancar. Salva el río Arbillas y, por buenas pistas forestales, comienza a ascender por un compacto pinar resinero a sortear el collado del Portezuelo.
Las vistas del valle del Arbillas desde el mirador son inmensas, desde el embalse Rosarito a la Cabeza del Cervunal (2.089 m).
La última parte de la etapa combina el uso del camino entre bancales y la pista forestal que baja por El Lancharón hacia Arenas de San Pedro y que ofrece una excelsa panorámica del casco urbano de la villa y del embalse de Riocuevas.
Etapa 3. Arenas de San Pedro - Mombeltrán
Esta etapa conecta dos grandes villas castilladas por los señores del lugar durante la Edad Media, el Condestable Dávalos y el Duque de Alburquerque.
La ruta parte de Arenas de San Pedro con el objetivo de detenerse en el Monasterio de San Pedro de Alcántara y la Capilla Real (s.XVIII).
Reemprende el paso con el fin de coronar el collado de la Cruz de la Tendera, bajar por el bosque hasta la localidad de El Hornillo y desde allí, entre un mar de campos de cerezos, a El Arenal.
Se trata de dos localidades que se congregan en los interfluvios de barrancos y gargantas de cabecera del río Arenal, que desciende de la larga cuerda de Gredos.
Prosigue viaje hacia los collados de los cordales de La Penca (1.357 m) y del Portezuelo, desde donde pasa a la cuenca del río Prado Latorre o, como es más conocido, el Barranco de las Cinco Villas.
El descenso desde el collado hacia Mombeltrán por un medio despejado pone en evidencia los estragos dejados en el paisaje forestal por el grave incendio sufrido en 2009.
Etapa 4. Mombeltrán - Santa Cruz del Valle
La cuarta etapa discurre casi íntegra por la Senda de las Cinco Villas (PRC-AV 49), que une todas las villas del valle.
No obstante, el primer tramo entre Mombeltrán y Cuevas del Valle no es coincidente, sino que el GR 180 aprovecha la Cañada Real que sube al Puerto del Pico.
Es a partir de Cuevas del Valle cuando ya es absoluta la comunión entre las dos rutas señalizadas y el trazado es común entre las cuatro villas restantes.
El recorrido es suave, a media ladera, animado si cabe por alguna ligera cuesta que traspasa de una garganta a otra, y acomodado sobre caminos tradicionales que conservan puentes, muros y empedrados.
Pero, sobre todo, si algo caracteriza esta ruta es por el delicado paisaje agrícola por el que discurre la trama rojiblanca del GR. Un mosaico coloreado por un sinfín de terrazas y bancales agrícolas que se derraman por las laderas, donde se fusionan el olivo, la higuera y la vid.
Etapa 5. Santa Cruz del Valle - Pedro Bernardo
El GR 180 deja el Barranco de las Cinco Villas y emprende un largo periplo por caminos y pistas forestales contorneando las faldas del risco Abantera (1.514 m), donde el pino resinero impone su ley y el castaño y el roble melojo aprovechan la umbría de vaguadas y arroyos para medrar por la ladera.
Hace parada breve en Lanzahíta, donde le recibe ese puente histórico por donde Goya y Boccherini cruzaron en su día para acudir a la pequeña corte del Infante en el Palacio de la Mosquera.
Sin entrar en esta villa, la ruta recupera la marcha hacia Pedro Bernardo. Toma el camino que sube a la presa, situada en la garganta de La Eliza y, tras contemplar la lámina estancada de agua, prosigue camino, jalonando campos y fincas particulares y remontado el vallezuelo.
Cruza a la otra orilla de la garganta, donde vemos uno de los viejos molinos harineros arruinados, y sube decidida hasta el Balcón del Tiétar, como así es conocida la pintoresca villa de Pedro Bernardo que se encarama en la vertiente de los Riscos.
Etapa 6. Pedro Bernardo - Mijares
Del extremo más oriental de la villa parte esta etapa por el camino del Lancho.
Sube cortando la ladera del Risco de Sierpe (1.253 m), logrando muy buenas vistas panorámicas sobre el Valle del Tiétar y con ejemplos muy representativos, en las empinadas laderas, de esa sacrificada agricultura doméstica que se desarrolla sobre exiguas terracillas y que caracteriza a la Sierra de Gredos.
La ruta supera la hombrera del monte y desciende, dirigiéndose hacia la primera de las poblaciones situadas en la ladera de la garganta de las Torres.
Una mezcolanza de fincas, casas de labor, cercados de piedra, callejones, pinares, etc. componen el mosaico natural que decora el avance sinuoso del GR hasta Gavilanes.
La última parte de la etapa es un paseo cómodo y agradable, el recorrido se apega más a la garganta y se aprovecha del parasol que le procura la arboleda del valle. Cruza el arroyo por el nuevo puente de la Cueva y sube por camino de herradura serpenteando hasta Mijares.
Etapa 7. Mijares - Piedralaves
El GR 180 desde Mijares, situado a media ladera de la montaña, va perdiendo cota y a mitad de recorrido se acerca tímidamente al eje del Valle del Tiétar.
Los pinares y castañares de ladera siguen presentes camino de Casavieja, aunque el encinar comienza a ganar protagonismo favorecido por una menor altura, así como también la multiplicación de fincas agrícolas propiciada por la dulcificación de las pendientes.
La ruta penetra en Casavieja, con algún que otro requiebro final, y emprende un cuaderno de ruta revirado hasta llegar a Piedralaves, aprovechando cualquier posibilidad que le brinda la red viaria, incluidos varios cruces de carreteras.
Antes de finalizar la etapa, los últimos kilómetros surcan un espacio natural de sumo interés ambiental y rica tradición histórica como es la dehesa boyal de Piedralaves, un extenso comunal de pastos donde se apacientan estacionalmente los rebaños y vacadas y en el que abundan los robles, fresnos, alcornoques y otras muchas especies botánicas.
Etapa 8. Piedralaves - Sotillo de la Adrada
Esta etapa se aleja temporalmente del piedemonte de Gredos para cruzar el Tiétar y visitar dos poblaciones al pie de la sierra de la Higuera.
En los primeros kilómetros los robustos alcornoques nos acompañan y las cerradas o prados ganaderos bordean el camino. Se cruza el río Escorial por el Puente Nuevo y los grandes pinos resineros comparten hábitat con altivos piñoneros.
Para ello, antes tendrá que cruzar el Tiétar por el puente Mosquea y surcar montes adehesados frecuentados por ganados.
En Fresnedilla conecta con la Cañada Real Leonesa Oriental, que toma para llegar a la vecina Higuera de las Dueñas.
Desde esta localidad hasta Sotillo de La Adrada, los pastizales y grandes prados abiertos son más frecuentes en el paisaje, en contraste con las extensas masas forestales que cubren las laderas de la sierra.
Etapa 9. Sotillo de la Adrada - La Atalaya
La última etapa del GR 180 apura los relieves más orientales de la Sierra de Gredos subiendo al monte El Pinar y visitando la población serrana que se encuentra a mayor altitud, Casillas (1.012 m).
Esta localidad, situada en la cabecera de la garganta del Pajarero, se significó por su intenso pasado resinero, como así se evidencia en el centro expositivo “La Resina”.
La ruta desciende nuevamente al fondo del valle donde se erige Santa María del Tiétar que, al igual que su vecina Sotillo de La Adrada, son dos villas de gran dinamismo y pujanza gracias a un turismo residencial que se beneficia de la cercanía a Madrid.
El resto de la etapa se desarrolla sobre la Cañada Real Leonesa Oriental, que corona el puerto y desciende por la otra vertiente, siguiendo el eje del arroyo Morales o Avellaneda entre pastizales y dehesas, hasta abocar en la carretera al pie del Cerro Guisando y las célebres esculturas zoomórficas de los vetones: los Toros de Guisando.
Es una ruta que puede recorrerse en cualquier época del año, aunque en los meses de invierno será necesario llevar el equipamiento adecuado.