El monasterio de Santa María de Gómez Román, la Lugareja, se encuentra en las afueras de la población y solo queda en pie la magnífica cabecera mudéjar de su iglesia.
Situada a dos Km de Arévalo, en un lugar llamado "El Lugarejo" (de ahí su nombre) se encuentra esta joya del mudéjar. Es considerada la obra maestra del románico-mudéjar abulense a pesar de estar inacabada.
El primer documento existente acerca de esta iglesia es del siglo XIII, según una bula de 1178 en la que es citada como "Monasterio de Santa María de Gómez Román" y era monasterio de monjes.
En el 1210 se da su primera reglamentación; en 1237 sigue siendo masculino y ya en 1245 es monasterio femenino de la orden benedictina. Durante el siglo XVII, ya se encontraba en ruinas, y del gran monasterio que debió ser sólo quedan en pie la cabecera y el crucero.
Toda la iglesia se levanta sobre un fuerte zócalo de mampostería con alguna banda de ladrillos.
Tiene un triple ábside, un cimborrio sobre el tramo recto del ábside central y los arranques de un edificio más grande cuya existencia han demostrado las excavaciones arqueológicas.
Esta adornada con numerosas arquerías dobladas de ladrillo.
En el interior nos sorprende la belleza de un espacio arquitectónico desnudo y singular. Tiene influencias mudéjares, románicas y cistercienses.
Sobre el tramo recto de la capilla mayor, el cimborrio cuadrado se convierte en un espacio cupuliforme, mediante la incorporación de grandes pechinas sobre las que arranca un tambor y sobre las que se construye una gran cúpula.
Tiene declaración de Monumento Nacional desde 1931.