Situada en la salida septentrional, al final del típico barrio de Santa María, tiene altar de fábrica recubierto de azulejos de cerámica de Talavera.
Construida en 1637, acoge a la patrona de Cuevas del Valle.
Bellas miniaturas del arte tradicional, las ermitas son los monumentos más pequeños que soportan bajo sus muros el peso de la tradición popular, que ha hecho de ellas el epicentro para conservar las antiguas romerías de los pueblos que recogen las tradiciones ancestrales. Forman parte de la cultura religiosa de los pueblos y todos los lugareños veneran alguna imagen, que se guarda en su interior, ligada a milagros y leyendas que mantiene vivo el fervor popular.
Su emplazamiento está alejado de los cascos urbanos, algo que resalta su estampa y rodea a las ermitas de un halo misterioso que invita al recogimiento. Comparadas con las grandes iglesias, los monasterios y las catedrales son las miniaturas del arte religioso más enraizado en la cultura del pueblo.