Se trata de un poblado celta y su necrópolis, descubierto en el año 1876, que tuvo su máximo esplendor entre los siglos V y III a.C.
El castro de las Cogotas está situado junto al río Adaja, en el cerro de las Cogotas, inmediato a la presa del embalse que lleva su nombre, en medio de piedras berroqueñas y encinares frondosos, con abundancia de pastizales y cercanía de tierras llanas y fértiles en que practicar la agricultura.
Las excavaciones realizadas en el yacimiento han permitido identificar dos periodos de ocupación, uno entre el año 1200 y 800 a.C., coincidiendo con el Bronce Final, denominado Cogotas I; y otro, denominado Cogotas II, entre el 400 y el 100 a.C., protagonizado por los vetones, que abandonaron el castro como consecuencia del proceso de romanización.
Al norte del castro se localiza la necrópolis de Trasguija, excavada por Cabré y perfectamente identificada por la existencia de cientos de estelas de granito que se encuentran tumbadas en la actualidad.
Está protegido por un doble recinto amurallado y un campo de piedras hincadas para impedir la llegada de caballería.
El Centro de Interpretación del castro de las Cogotas explica perfectamente sus características.
Visita libre.