La iglesia de San Pedro Apóstol, del siglo XV, tiene ábside semicilíndrico con tres aspillaras y cornisa de nacela, cuerpo de tres naves y torre de sillería.
Destacan un calvario del siglo XV y el sagrario estilo Berruguete (año 1570).
La capilla mayor se cubre con bóveda de horno en el ábside y de crucería en el tramo presbiterial.
Las naves, separadas por arcos semicirculares, tienen cubierta de armadura mudéjar, de curva semicircular, baquetones en las aristas y pilares ochavados, y coro renacentista a los pies.
En el interior destacan sus retablos: el mayor, de 1730, tiene un único cuerpo de tres calles separadas por esbeltos e historiados estípites, en la central, la hornacina con la imagen de San Pedro, titular del templo, y el sagrario, del siglo XVI; los colaterales, de 1763, son obra de Miguel M. de la Quintana, de 1763; y, además, el retablo de la ermita de Nuestra Señora de las Callejas, de características manieristas, de tres calles y ático.